No man in the world has more courage than the man who can stop after eating one peanut.

28 de abril de 2011

Feliz cumple gordillo!!




Debido a mantenimiento de nuestra página, ayer se me hizo imposible presentarles receta. Pero valió la pena. Que les parece la nueva imagen de Sabrosuras? Verdad que esta super linda? Mi hermana hace días me viene ayudando con esto del blog y ayer decidió hacerle un extreme makeover. Para mi fue una sorpresa, porque no había tenido chance de ver el nuevo diseño hasta ayer en la tarde, pero me encantó. Espero que a ustedes también les guste. Muchas gracias Chini!

Volviendo a lo de la receta esta semana claro que si cociné. Hice dumplings, unos calamares con salsa verde que quedaron buenísimos y pinchos de frutas, sandwiches de jamón con queso y como mil quequitos con lustre blanco y figurillas de colores para el cumple de mi persona favorita, mi hijo que cumplió 5 años el lunes pasado. Ya se me hizo grande.  Estuvo de fiesta como 3 días y si fuera por él sigue, quien no, entre regalos, amiguitos, globos, queque y helados. Que rico que era ser chiquitillo verdad,  cuando lo mas complicado era si a un carrito de juguete se le caía una llanta o si se le perdía el zapato de nuestra barbie favorita.

En la casa aún quedan globos, serpentinas y confeti del "ataque sorpresa" de hace unos días, pero como él mismo dijo, que rápido se pasó el cumpleaños, que rápido pasa el tiempo en general. Todavía me parece que fue ayer cuando yo estaba enormemente embarazada camino a la clínica a punto de tener al gordillo y ahora tengo en mi casa a un bichillo que no para de hablar, de preguntar y de brincar por todo lado con carros, soldados y robots. Me tropiezo con juguetes, llego cansada del trabajo y me encuentro una colonia de dinosaurios invadiendo mi cama o la mesa de la sala convertida una pista, y me pongo a pensar en el desorden, pero justo hoy me doy cuenta de la suerte que soy de tener a esta personita en mi vida, que juega, que se ríe, que se enoja conmigo cuando lo regaño, pero me dice que me ama antes de dormirse o cuando se levanta, o cuando no esta muy ocupado jugando. Y me siento dichosa. Y le doy gracias a la vida por permitirme celebrar 5 años seguidos de pura felicidad.

Que sean muchos mas!


24 de abril de 2011

Con sabor a cariñito


El lunes pasado me levanté con ganas de cocinar. Algunas veces uno no quiere ni ver la cocina, pero ese día casi no me sacan de ahí. Todo empezó con mi visita a un supermercado chino días antes, andaba con fiebre de cocina, porque vi una receta de dumplings chinos y como son tan ricos me dieron ganas de hacerlos, pero bueno esa es otra historia. La cosa es que andaba buscando los ingredientes de esa receta y terminé haciendo otras dos que ni me esperaba, el ceviche y esta que les presento hoy. El asunto es que estaba de muy buen humor, seguro porque ese día no me tuve que levantar temprano para ir a dejar a mi hijo al kinder y esa hora extra de sueño me cayó bastante bien.

Buscaba en la alacena algo para el almuerzo, y entre latas, granos y pastas me encontré una bolsa de avena. En la casa no somos muy fanáticos de la avena, a veces trato de hacerla en fresco porque es buena para el corazón y a estas edades uno tiene que empezar a cuidarse, pero que va, ahí esta la avena abandonada a la par de los canelones. Pero mi hijo es un genio, y se antojo de galletas.

Tenía talvez unos 10 años de no hacer galletas, que por las dietas, que por las calorías, que por la pereza, pero ese día tuve la excusa perfecta para hacerlas, era un antojito de mi hijo. Entonces nos fuimos al super por las pasas para hacer Galletas de Avena y Pasas.  Y ese mismo día, cuando ya era la hora del café, nos pusimos a hacerlas. Era la primera vez que hacíamos galletas juntos y para mi hijo fue una experiencia increíble porque se dio cuenta que las galletas no solo salen de paquetes. Uso la batidora, llenó todo de harina y por supuesto se comió lo que quedó pegado en las aspas.  Después de tanto tiempo, que rico sentir de nuevo el olor a galletas horneándose. Toda la casa olia demasiado rico, creo que todo el barrio olia así. A puro cariñito.

Les digo con toda honestidad, las galletas no son mi fuerte, pero estas, seguro fue la emoción, las ganas o porque las hicimos con amor, pero quedaron tan ricas, a todo mundo le encantaron. excepto a mi hijo que no le gustaron las pasas, después de que fue quien hizo todo el alboroto, pero igual las disfruto, sin pasas.

A esta misma pasta de galletas pueden ponerle chips de chocolate o nueces en lugar de las pasas.

Y como recomendación final, tienen que comérselas con un buen vaso de leche fría y una gran sonrisa.






Galletas de Avena y Pasas
Sirve aprox. 16 galletas


3/4 taza de margarina (1 barra)
1/2 taza de azúcar blanco granulado
1 taza de azúcar moreno
1 cucharadita de polvo de hornear
2 huevos
1 cucharadita de vainilla
1 3/4 tazas de harina
1 taza de avena en hojuelas
3/4 taza de pasas (se pueden sustituir por cranberries o alguna otra fruta deshidratada)

1. Precalentar el horno a 375 F


2. Con la batidora a velocidad alta, cremar la margarina por 1 minuto. Agregar azúcar blanco y azúcar moreno y la vainilla, bajar la velocidad a media, batir hasta que este cremoso. Agregar huevos uno a uno.

3. Agregar a velocidad baja los ingredientes secos, raspando el tazón ocasionalmente. Batir hasta que todo este incorporado.

4. Con una cuchara de madera incorporar avena y pasas.

5. En una bandeja para galletas colocar la mezcla por cucharadas a una distancia de unos 4 cm una de otra.

6. Hornear por aproximadamente 15 minutos, hasta que esten doradas.

7. Sacar del horno y pasar las galletas a otra bandeja para que se enfrien, con mucho cuidado porque salen muy suaves.



20 de abril de 2011

Viernes santo sin playa

El año se va demasiado rápido, ya estamos en Semana Santa otra vez. Algunos se van a pasear, para otros son como vacaciones adelantadas, para otros fiestón, otros van a todas la procesiones con la devoción del caso. Yo soy de las que se queda en casa, no me gusta pasear esta semana. Tampoco voy a procesiones ni oficios religiosos, pero mis creencias religiosas son algo personal, dejémoslo en que rezo la del ángel de mi guarda todas las noches con mi hijo.

En vista de la época, me acordé de cuando estaba en la escuela. Mis papás eran muy católicos, super metidos en cosas de la Iglesia. Mi papá era de Limón, entonces íbamos a pasar la Semana Santa allá. Limón para los que no conocen es la provincia que queda del lado del Caribe, puede amanecer con un aguacero y dos horas después esta haciendo un calor insoportable. Es muy húmedo, muy caliente. Las playas son bellísimas eso si.

Entonces estábamos en Limón, en Semana Santa. Sin ir a la escuela, sin tareas, y cerca de la playa, no podía ser mejor.  Pasábamos todo el día en la playa, en la noche llegábamos y cenábamos viendo "Los 10 Mandamientos" o algunas de las películas que todavía pasan en televisión.

Pero el Viernes Santo era otra historia. Ese día no había playa. Mi abuela decía que si uno se metía al mar ese día se convertía en pez. Mi papá no nos dejaba ir por respeto a la fecha.  Ibamos con él a todos los oficios religiosos de ese día. Como chiquitas buenas nos ponían vestido, zapatitos de vestir y hasta mallas. Y era ese calor, por mas que la iglesia tuviera ventiladores, era demasiado calor, y los oficios duraban muchísimo tiempo. Hacía mucho calor, y uno talvez no entendía muy bien que era lo que estaba pasando, no entendía que era un día muy importante. Y las procesiones, esa cantidad de gente, todo mundo super vestido. Pero uno nada mas pensaba en el calor y en que el vestido picaba mucho. Lo bueno después de ir a las procesiones es que nos llevaban a comer una ensalada de frutas, que rico, porque en serio, hacía demasiado calor.

Esa es otra cosa, yo no soy muy fanática de la comida de Semana Santa. Bizcochos, pan casero, tamal asado de mi abuela, las tortas de yuca con bacalao de mi papá. el arroz con calamares en su tinta de mi mamá. No me traen muy buenos recuerdos. Cuando yo era pequeña no se comía carne en toda la semana y yo no comía mariscos y poco pescado, y no era muy fan de toda esa repostería de masa que hacía mi abuela, entonces casi que pasaba en un ayuno forzado.

Ya de vieja como de todo, bueno, casi de todo, los mariscos y yo todavía estamos en proceso de conocernos. Si me gusta mucho comer pescado, y el lunes pasado me antojé de Ceviche.  Estaba en la casa, el día estaba muy lindo y me dieron ganar de ponerme a picar olores, además es un plato que va con estos días. Prefiero el pescado que es firme y de agua dulce, entonces uso tilapia. Es mejor usar pescado sin congelar y limón mandarina, ya que es menos ácido y tiene mejor sabor.

Que pasen una bonita Semana Santa, los que la tienen libre aprovechen para descansar!



Ceviche de Tilapia
Sirve 4-5 porciones

4 filetes de tilapia
1 cebolla mediana
1 chile dulce
1 taza de jugo de limón mandarina
½ taza de ginger ale
½ cucharadita de sal
culantro al gusto

1. Cortar el pescado en cubitos, a mi me gustan como de 1cmx1cm, el tamaño es a gusto de ustedes.

2. Picar bien fino, la cebolla y el chile dulce.

3. Mezlcar en un tazón el pescado, la cebolla, el chile dulce, el jugo de limón, la ginger ale y la sal. Revolver bien.

4. Meter en la refrigeradora y "cocinar" por mínimo 4 horas.

5. Picar culantro bien fino y agregarlo a la mezcla del pescado. Yo prefiero agregarlo al final, porque si el culantro se agrega desde el principio y no está muy fresco se puede marchitar con el jugo de limón.

6. Cocinar por 1 hora mas.

7. Servir acompañado de galletas de soda o chips de tortilla.


* Una idea muy linda para servirlo es en cocos. Se parte el coco y en cada mitad se sirve el ceviche.



17 de abril de 2011

foto foto!

Por cierto ya publiqué la foto de las Galletas de Zucchini que les debía,  para que le echen un ojito.

Todo es mas rico con tortillas

Tengo en la alacena un paquete de canelones, de esos que se cocinan, se rompen y se rellenan. Todas las semanas cuando hago el menú de lo que vamos a comer, pongo una receta con los canelones, pero por esas cosas de la vida no lo logro hacer, creo que les estoy huyendo porque tienen mas de 3 meses de estar ahí olvidados. Justo esta semana puse en el menú Canelones de Pollo para ver si me los quitaba de encima.

No se que es lo que pasa, porque en serio estaba dispuesta a hacer los famosos canelones, pero de repente se me había hecho tarde para ir al trabajo y no me daba tiempo de cocinarlos...que pena. Pero tenia que hacer almuerzo de todas formas y me encontré en la refri un paquete de tortillas de las que venden en una pulpería por la casa, de esas gruesitas, caseras. Deliciosas con queso turrialba. Pues esas tortillas fueron mi salvación porque en lugar de canelones hice un Pastel de Tortilla.

Se me ocurrió en el momento, lo cual me hace sentir muy orgullosa porque el resultado fue muy rico. Es una de esas recetas "saca de apuros", además todo con tortillas sabe mas rico, si por mi fuera me como todo en gallitos.  Apenas para hacer cuando llegan visitas inesperadas. Yo la hice con pollo desmenuzado, pero va con cualquier tipo de carne cocinada y picada.  Este lo hice con queso mozzarela, pero puede usar el queso que mas le guste o el que tenga a mano, lo bueno es que uno puede jugar con el relleno, y siempre va a quedar muy rico.


Pastel de Tortillas
Sirve 4 porciones

16 tortillas de las gruesitas
2 tomatinas o 1 taza de salsa de tomate casera
1 lata de frijoles molidos mediana
1 bolsa pequeña de natilla
1 pechuga de pollo cocida y desmenuzada
1 taza de queso cheddar rallado


1. Colocar en el fondo de un pyrex una capa de salsa de tomate.

2. Colocar una capa de tortillas, pollo desmenuzado, frijoles molidos, natilla, queso, salsa y tortillas.

3. Repetir el proceso hasta completar cuatro capas de tortillas con su respectivo relleno, siempre procurando que las tortillas queden bien cubiertas de salsa.

4. Colocar una ultima capa de salsa de tomate, queso y natilla.

5. Hornear a 350 F por 20 minutos o si estan con prisa cocinar por 5 minutos en HIGH en el microondas y hornear en broil por 5 minutos para dorar.


Y en vista que para cocinar el pollo tuve que hacer un consomé, lo voy a aprovechar para hacer la Sopa Azteca. En lo personal relaciono una sopa con clima frió, porque que rico comerse una sopa en la noche o cuando esta lloviendo, para calentarse. Pero esta sopa en particular esta en mi categoría de "sopas para cualquier momento del día", es una sopa fresca, no es pesada pero a la vez uno queda satisfecho por los ingredientes que lleva y además tiene esa combinacion de sabores y colores que la hacen totalmente apetitosa.






Sopa Azteca
Sirve 2 porciones

3 cdas de aceite de oliva
1 cebolla pequeña
1 cdta ajo picado
1 taza de pollo cocido y desmenuzado
2 tazas de consomé de pollo
1 sofrito pequeño
½ cdta de orégano
½ cdta de comino
½ cdta de sal
½ cdta pimienta
4 tortillas
1 pizca de paprika
1 aguacate
2 cdas natilla

* Si le gusta picantito puede agregarle chile en hojuelas o tabasco al gusto.


1. Picar fino la cebolla y sofreír con el ajo en 2 cucharadas de aceite de oliva.

2. Agregar el pollo desmenuzado y las dos tazas de caldo.

3. Agregar el sofrito, el orégano, el comino, la sal y la pimienta.

4. Cocinar a fuego medio por unos 10 minutos.

5. Cortar las tortillas en tiras finas, mezclar con el aceite de oliva.

6. Colocar en una bandeja y hornear hasta que estén tostadas. Si tienen hornito pueden hacerlas ahí.

7. Cuando estén listas agregar, sal, pimienta y paprika para darles mas sabor y color.

8. Para servir la sopa: Colocar queso en el fondo de cada plato, servir la sopa y decorar con aguacate en tajadas y las tiras de tortilla tostadas

7. Si tienen a mano disfrutar con una Margarita o una Michelada.

Buen provecho!

13 de abril de 2011

Niños 0, vegetales 1


Aquellos que tenemos hijos sabemos que a veces es un poco difícil que se alimenten bien. En mi caso mi hijo tiene una especie de adicción a las papas, la pasta, el pescado y el pollo y casi que le huye a cualquier alimento verde. A él no le gustan las "ensaladas" dice, refiriéndose a vegetales y verduras. Entonces ahí es donde uno como padre de familia tiene que usar sus poderes mágicos para esconder unas espinacas o un camote en algo que ellos les guste.

Por cosas de la vida, mi hijo paso de ser el fan #1 del mac and cheese y las salchichas a llevar una dieta totalmente sin sal. En realidad el cambio de dieta es mas difícil para uno que para ellos, porque uno esta acostumbrado a los "cubitos", consomé y demás condimentos que están cargados de sal y sabores artificiales. Ellos, como están pequeños se adaptan rápido a los cambios y a la larga es un beneficio para su salud.

Se me rompía el corazón al tener que negarle a mi gordillo esas cosas que antes tanto le gustaban, pero su salud estaba primero. Mi casa se llenó de zucchinis, chayotes, espinacas y demás "ensaladas". Entonces me dije, aquí la cosa es hacer de las verduras, comida agradable para un chiquito de 3 años. Y entre un invento y otro, encontré la forma de cocinar comida rica y sin sal. Les voy a presentar un par de recetas, una con zucchini y otra con espinacas o brócoli. Las recetas originales son sin sal, entonces ustedes pueden adaptar la cantidad de sal a su gusto. Las dos son muy fáciles de hacer y en realidad si saben muy rico.

La primera es de Galletas de Zucchini. Mi hijo las bautizó así. Una vez en algún programa de cocina, vi una receta de zucchinis fritos. A mi aunque si me gusta la comida frita, no me gusta cocinarla, yo todo lo horneo. De ahí salieron las "galletas", rodajas de zucchini horneadas que se sirven con salsa marinara hecha en casa. La otra receta es un Quiche de Espinacas, como las espinacas están cubiertas de queso se ven mas apetitosas. También se puede hacer con brócoli. Yo uso queso ricotta porque tiene muy poca sal, pero con queso gouda o mozzarella y pedacitos de jamón sabe mas rico aun.

Les debo las fotos de las recetas, pero les prometo que las voy a subir lo mas pronto posible.




Galletas de zucchini
Sirve 2 porciones

1 zucchini o zapallo
1/4 taza de leche
1 paquete de empanizador

Para la Salsa Marinara

1 lata de tomates
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla pequeña
1 cdta ajo
1 cdta albahaca
sal y pimienta al gusto

1. Cortar los zuchinis en rodajas de ½ cm aproximadamente.

2.  Remojar en leche y pasar por el polvo de pan o empanizador. Puede pasar las rodajas por leche y polvo de pan dos veces para que queden mas crujientes. El empanizador que venden preparado tienen suficiente sal, entonces no hace falta agregar mas.

3. Colocar en una bandeja y rociar con un poquito de aceite de oliva o aceite en spray.

4.  Hornear a 350 F por unos 15 minutos o hasta que estén doraditas.

5. Para la salsa marinara sofreír la cebolla y el ajo bien picados en aceite de oliva. Agregar los tomates, sal y pimienta y cocinar en fuego medio hasta que se espese. Cuando este lista para servir agregarle la albahaca.

6. Servir las galletas de zuchini recién salidas del horno con salsa marinara.


Quiche de Espinacas
Sirve 4 porciones de plato fuerte/6 porciones de acompañamiento

½ taza de polvo de pan
2 cdas de margarina
2 rollos o 1 paquete de espinacas picadas o 1 taza de brócoli
1 cebolla pequeña
1 cucharada de aceite
1 taza de leche
2 huevos
1 taza de queso rallado, yo uso ricotta, pueden usar alguno que derrita
1 taza de jamón en cubitos o pollo cocinado y desmenuzado o 3 tiras de tocineta (opcional)
sal y pimienta al gusto

1. Precalentar el horno a 350 F

2. En un pyrex de 9'' derretir la margarina en el microondas.

3. En el  mismo pyrex mezclar la margarina con el pan molido y esparcir para hacer una base en el fondo del molde.

4. Picar bien la cebolla, sofreirla hasta que este transparente, añadir la espinaca, sal y pimienta y cocinar hasta que se incorporen los sabores.

5. Mezclar la leche, los huevos y ½ taza de queso, incorporar las espinacas. Si se desea en este paso puede añadir el pollo cocido o el jamón.

6. Añadir la mezcla a la base de pan molido y colocar queso rallado por encima

7. Hornear por aproximadamente 20 minutos o hasta que la mezcla corte.

10 de abril de 2011

Todo depende del suspiro

Dicen aquellos que son muy románticos que un suspiro es un beso que se piensa pero que nunca se dió...

Yo en lo personal no soy muy fanática de ese tipo de suspiros, como uno se va a quedar en ese estado, antojado de un beso, si un beso no se niega, menos se piensa, simplemente se da. Claro, tampoco es que nos vamos a andar besuqueando con medio mundo por la calle, así no mas, jamás, de eso no se trata. Estamos hablando de los besos que se dan con amor.

Se acuerdan cuando uno era chiquitito y se caía, llegaba la mamá y si estaba de buenas le daba a uno un besito y lo consolaba. O los besos que la mayoría de las abuelas nos daban cuando lo salvaban a uno de alguna torta. O los besos antes de acostarnos, para soñar con los angelitos cuando a nos metían debajo de las cobijas. El primer beso de un chiquillo que nos gustaba. A las que somos mamás, el primer beso que uno le da a un bebe que acaba de nacer.  El primero beso que nos dan nuestros hijos...

Creo que es inevitable no suspirar. (suspiro)

Pero mejor suspiremos por todos los besos que hemos dado, por todos los que vamos a dar, por los que nos han dado. Por los besos dulces que saben a chupa chupa, por los besos tiernos, por los besos apasionados. Por esos si vale la pena suspirar. Suspiremos por los besos ricos nada mas.

Así como hay besos de besos, hay suspiros de suspiros, y mejor seguimos hablando de aquellos que son dulces. Quien iba a decir que hay algunos suspiros que se pueden comer y que de paso saben tan rico...








Suspiro limeño
Adaptada de la página de recetas Nestle
Sirve 6 porciones

1 lata de leche condensada
1 lata de leche evaporada
5 yemas
1 cdta esencia de vainilla
1 taza de azúcar
½ taza agua
3 claras
canela en polvo para decorar


1. Colocar la leche evaporada y la leche condensada en una olla a fuego lento. Cocinar por 50 minutos, revolviendo constantemente hasta obtener una consistencia cremosa. No dejar que hierva.

2. A fuego lento agregar las yemas batidas y la esencia de vainilla.  Revolver hasta que todo se incorpore, sin dejar que las yemas se corten. Retirar del fuego y dejar enfriar.

3. Aparte hacer un almíbar de hilo. Para hacer este almíbar mezcle el agua con el azúcar, hervir a fuego medio sin dejar de revolver por unos 7 minutos aproximadamente. Para comprobar que ya esta a punto de hilo se introduce una cuchara y el almíbar tiene que caer despacio en un hilo.

4. Para hacer el merengue: batir las claras a punto de nieve y agregar el almíbar poco a poco. Seguir batiendo hasta que este tibio.

5. Colocar la crema en dulceros o copas y decorar con el merengue y canela en polvo. Enfriar por unos 20 minutos y servir.

 
El gordillo a punto de atacar un suspiro limeño




7 de abril de 2011

Jajaja


Los zombies odian la comida rápida


Estaba buscando una página de anuncios viejos de comida, que por cierto nunca apareció, pero me encontré este dibujillo. Me hizo demasiada gracia, así que no pude aguantarme las ganas de compartirlo con ustedes. Buajaja!

6 de abril de 2011

Una soleada tarde de bruschettas



Un martes, después de recoger a mi hijo del kinder, estábamos en la casa, era una de esas tardes de verano donde el sol entraba por todas partes, parecía que hasta él mismo andaba buscando sombra. Era una de esas tardes donde a mi, milagrosamente, no me habían dado ganas de comer. En parte por el calor, en parte porque estaba entretenida jugando de food styler (fotógrafa de comida).

En realidad buscaba inspiración para tomarle una foto decente a los ingredientes de esta receta. Y entre albahaca, tomates, ajos y sol me di cuenta de algo. Las cosas simples muchas veces saben mas rico. Y no me refiero únicamente a la receta que estaba preparando. A veces se nos olvida ponerle atención a cosas pequeñas. Muchas veces son detalles pequeños los que hacen que la vida tenga ese brillo especial.

Algo tan sencillo como una bruschetta es para mi uno de los pequeños placeres de la vida. Definitivamente es una combinación de sabores que están hechos totalmente el uno para el otro. Fueron el complemento perfecto para esa tarde soleada en mi casa, las bruschettas quedaron muy ricas, las fotos quedaron lindas y yo compartia con las personas que quiero. No hacia falta nada mas.






Bruschetta básica

12 tajadas de pan Ciabatta de 1.5 cm de grosor
6 dientes de ajo
aceite de oliva

1. Precalentar el horno en broil

2. Colocar el pan en una bandeja.

2. Calentar hasta que este dorado por ambos lados, tostado por fuera, suave por dentro.

3.  Pelar los ajos y majarlos enteros con el costado del cuchillo

4.  Sacar el pan del horno, inmediatamente frotar el ajo por una de las caras del pan para impregnarlo con el sabor.

5. Poner un chorrito de aceite de oliva sobre cada tajada de pan.




Con tomate y albahaca

3 tomates
1 rollo de albahaca fresca
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cdta de vinagre balsámico (opcional)
1 bola de mozzarela fresco(opcional)
2 filetes de anchoa (opcional)
sal
pimienta


1. Sacarle la mayor cantidad de semillas a los tomates y picarlos en cuadritos.

2. Picar la albahaca en tiritas.

3. Mezclar la albahaca con el tomate, agregar el vinagre balsámico, aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Dejar reposar unos 15 minutos para que se combinen bien los sabores. Si desea puede agregarle las anchoas bien picadas.

4. Colocar la mezcla de tomate encima del pan previamente tostado.

5. Si se van a servir con queso, cortar el queso en cubitos y agregarlo a la mezlca de tomate o cortar tajadas delgadas del queso y ponerlas en el pan antes de colocar el tomate.

3 de abril de 2011

Una taza de sal


Hace mucho tiempo, cuando el queso parmesano era un lujo y todavía era más caro que ahora, en mi casa teníamos la costumbre de comer todos los domingos en la tarde unos pancitos de cebolla con queso que hacia mi mamá. Eran los pancitos de moda en esa época, mi mamá le robó la receta a una amiga de la familia. Los hacia todo el tiempo.

Entonces los domingos en la tarde, antes de empezar a alistar los uniformes para el lunes y después de terminar de hacer las últimas tareas de la escuela, alguna de nosotras (tengo dos hermanas) hacía chocolate caliente y mi mamá preparaba los pancitos. Como a mi me gustaba estar metida en la cocina, una vez insistí en ayudarle a mi mamá, por supuesto ella accedió, me dio el papel donde tenía escrita la receta y yo empecé a prepararlos. Justo ese día había en mi casa un paquetito de queso parmesano y me dejaron usarlo. Yo me saboreaba esos pancitos que ya de por si eran ricos, con ese sabor tan particular que da el queso parmesano, porque según yo no iba a ser cualquier pancito, esta vez iban a ser un pancitos finos.

Pues por cosas de la vida, y en realidad no se que sucedió o en que estaba pensando, cuando estaba preparando la receta, en lugar de ponerle una cucharadita de sal, le puse UNA TAZA. Una taza de sal y una taza de harina, entre otras cosas. Que les puedo decir al respecto...una taza de sal es muchísima sal. Pobres pancitos, directo a la basura.

Muchos años después, el episodio de la taza de sal todavía no se ha olvidado, pero los pancitos siguen siendo tradición en la familia. Ahora yo se los hago a mi hijo, desde que está pequeño le encantan y ahora él me ayuda a hacerlos. Estos mas bien los hacemos sin nada de sal y la mitad de la margarina que lleva la receta original y aún asi saben bien. El se los come con un poquito de queso crema o margarina y por lo general guarda un par para comerse en el kinder el día siguiente.

Son muy fáciles y rápidos de hacer, y se les puede agregar otros ingredientes para darles más sabor. Yo los mios los prefiero con cebolla, el queso que tenga a mano y tocineta. Mi mamá les pone chile dulce en cuadritos, culantro picado bien fino, cebollino y también saben muy bien, nada mas es cuestión de usar la imaginación. Mmmm se me acaba de ocurrir que con chorizo español del que venden en tajaditas y queso gouda deben ser deliciosos...luego les cuento que tal!!



Pancitos rápidos de cebolla
Sirve 6 pancitos

1 t de harina
1 cdta polvo de hornear
½ cdta sal
1 cebolla pequeña
½ t de leche
½ barra margarina
½ t de queso al gusto rallado


1. Precalentar el horno a 350 F

2. En un tazón mezclar harina, polvo de hornear y sal.

3. La margarina, que debe estar a temperatura ambiente, se agrega al tazón con los ingredientes secos y con un estribo se corta hasta formar boronas.

4. Se le agrega la cebolla rayada, la leche y el queso. Se revuelve bien.

5. Con la cuchara de helados formar bolas y colocarlas en una bandeja engrasada.

6. Hornear por 20 minutos.

7. Disfrutar recién salidas del horno!